lunes, 12 de septiembre de 2016

Dura vuelta a la realidad ........


Pensar tu vestuario para el día siguiente, activar la alarma de tu smartphone para que te despierte cuando los primeros rayos de sol todavía no han aparecido y conciliar el sueño con dificultad tras varias semanas en las que no te importaba trasnochar, son señales inequívocas de que la vuelta al trabajo y, por tanto, a la rutina son una realidad después de haber disfrutado de tus merecidas vacaciones.



Aunque es posible que el término más de moda en estas fechas sea el de depresión postvacacional, que seguro escucharás a tus amigos y compañeros, la realidad es que se puede volver con naturalidad a la rutina sin olvidar los grandes momentos vividos en la playa.


 ¡Solo tendrás que seguir algunos útiles consejos!


 




Quien sufre la depresión post vacacional, experimenta ansiedad y un malestar psíquico general que provoca un bajo rendimiento en el trabajo y por tanto una bajada en su productividad. Suele durar aproximadamente una semana de media.

Para evitar este tipo de situaciones, los expertos recomiendan, volver poco a poco a la rutina, sin pretender ponerse al día con el trabajo acumulado rápidamente. Hay que concederse un tiempo de adaptación, eso sí, sin descuidar nuestras tareas diarias.

Además, si la situación lo permite, pueden planearse pequeñas escapadas de fines de semana con los amigos o la familia para que el cambio no sea tan brusco. O si se prefiere, puede buscarse alguna actividad económica adaptada a los gustos de cada uno como, por ejemplo, aprender a cocinar, a bailar, a pintar o algún idioma moderno. No hay que olvidar que durante todo el año se pueden vivir experiencias únicas, enriquecedoras, que hacen el día a día especial contribuyendo así a conseguir la felicidad.


Durante las vacaciones las personas tienden a descuidar sus hábitos sin tener en cuenta cómo puede afectar a la salud y lo mucho que cuestan luego recuperarlos. Se tratan principalmente del sueño y la alimentación.

Para recuperar el horario de sueño, al igual que se recomienda con los pequeños antes de volver al colegio, es importante empezar días antes de que se terminen las vacaciones, a acostarse y levantarse a la hora habitual, de este modo cuando llegué el día de reincorporarse al trabajo el cuerpo ya se habrá habituado y evitaremos que, además del decaimiento anímico, aparezca el cansancio físico en la medida de lo posible que, sin ninguna duda, repercutiría negativamente en nuestro humor dificultando aún más la vuelta a la rutina y nuestra relación con los demás.

En cuanto a la dieta, lo más importante es no alarmarse al comprobar que, tras pesarse en la báscula, se han ganado unos kilos, es lo normal después de visitar con regularidad los chiringuitos , celebrar barbacoas o tomar helados.


No es necesario someterse a regímenes excesivamente restrictivos ni dejar de comer de golpe, simplemente hay que realizar cinco comidas al día siguiendo una dieta sana y equilibrada y practicar un poco de deporte. Tanto el cuerpo como la mente lo notarán, gracias a las endorfinas liberadas y durante el ejercicio, el estado de ánimo mejorará.


Existen personas con una mayor tendencia a la negatividad de lo normal, son ellas quien más sufren con estos cambios. Sin embargo, no hay que olvidar que en todos los momentos de la vida se puede encontrar el lado positivo, sólo hay que saber buscarlo.

Animo y a pasar una muy buena semana :-)



 
 
 

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